miércoles, 20 de noviembre de 2013

Qué importa que el tiempo lo cure todo si lo hace demasiado tarde

"Se me acumulan los portazos. Aún no he aprendido a no llorar con las despedidas. Es que me parece que los finales comienzan siempre algo muy triste: el echar de menos, el medir la distancia que nos parte en dos los corazones. Yo qué sé o hasta cuándo, por las noches miraba las estrellas y era bonito, será porque el cielo no tiene memoria, y no me recordaba a ti. Siempre hay que despertar. Abrir los ojos y no verte. Abrir los ojos y cerrar fuertemente las manos alrededor de todas estas ganas que tengo de que las cosas mejoren algún día. Algún día, cuando deberías ser tú. Y tú, cuando no deberías haber sido nunca. Te prometo que estoy intentando atardecer todos esos días que vivimos. Ojalá el mundo dejara de girar."

Sergio Carrion 

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