sábado, 12 de octubre de 2013

La única forma de librarse de la tentación es caer en ella.

Habláis de echar de menos como si supieseis lo que es. Como si sólo se pudiese echar de menos algo o alguien que está lejos, con quien no hablas, alguien que era tanto hace un año y ahora no es nada; que también se puede. Sin embargo algunos tenemos la capacidad de echar de menos a alguien incluso cuando ese alguien está a tu lado, cerca, tanto que lo puedes tocar, hablar, querer, incluso sentir. 
Habláis de echar de menos como si sintieseis que cada una de las canciones que escucháis cuenta vuestra historia, una historia de alguien llamado tú y yo. Como si escuchaseis "Cada día" y se os revolviesen las mariposas como a todos los que sí sabemos lo que es, como si entendieseis el verdadero significado de la canción "Gracias", o el de "No sé". Realmente pienso que algunas canciones se escribieron sólo para que las escucháramos los que nos lo merecemos, mientras a otros os vale con escuchar canciones insensibles sin letra. 
Habláis de echar de menos como si un recuerdo os trajese de la mano otros cien, y todos buenos. Como si una mirada cómplice o una caricia en la nariz eliminara de vuestras cabezas todo lo malo; pero nunca sabréis lo que es eso.
Habláis de echar de menos como si amaseis los lunes, o los jueves.

María Hernández

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